California Legaliza la venta de marihuana para fines terapeúticos con receta médica – 1997

VIERNES, 17 ENERO 1997  – El miércoles pasado, Milhar Kemnah estaba a punto de vivir su minuto de gloria y se dio cuenta de que no llevaba dinero. Iba a ser el primer california no que adquiría legalmente marihuana desde que fue prohibida en 1937. La prensa estaba allí, en el Club de los Cultivadores de Cannabis de San Francisco, y con diez dólares prestados por un amigo compró dos bolsitas de “maría” mexicana, suficiente para liar unos 14 porros Kemnah es uno de los muchos enfermos de sida que a partir de ahora utilizarán marihuana para combatir la enfermedad.

El pasado noviembre, un 56 % de los california nos aprobó en referéndum legalizar la venta de esta droga con fines médicos. Los pacientes, que deben ser mayores de edad, presentan una receta médica y su historial sanitario en unos centros especializados, y los vendedores llaman a su médico para confirmar la prescripción y les venden la droga. Varios estudios científicos han demostrado que la marihuana disminuye la presión en los ojos a los enfermos de glaucoma, reduce los vómitos de los que tienen cáncer y están sometidos a quimioterapia, ayuda a los enfermos de sida a ganar peso porque abre el apetito y relaja a los que sufren estrés. Chatman-Dillon, cofundadora de uno de estos clubs que distribuye cannabis con fines terapéuticos, ha declarado al “USA Today” que “muchos pacientes reciben medicación que es altamente tóxica, difícil de asumir por sus cuerpos y que causa náuseas. La gente no se da cuenta del daño que sufren los pacientes de sida durante las 24 horas del día. La marihuana alivia, da energía y calma la mente”.

Muchos médicos afirman que la droga no daña los pulmones ni el co razón ni el sistema inmunológico y tiene muchos componentes que ayudan a superar los vómitos y vencer el dolor. Marcus Conant, enfermo de sida que desde hace 1 6 años cuida a otros enfermos, confirma todas estas ventajas de la marihuana y añade otra no menos importan- tes: “Nos ayuda a establecer relaciones”. La Administración Clinton ha abierto una investigación médica que durante 1 8 meses estudiará los beneficios del cannabis. Centenares de personas acuden cada día a los centros de distribución. Allí pueden comprar la hierba lista para fumar —la mexicana es la más barata y la cultivada en California, la más cara—, adquirir galletas y salsas elaboradas con marihuana o comprar el jugo que se extrae de la planta y que se puede mezclar con el té o el café. Las autoridades californianas no han tenido más remedio La policía californiana considera que a partir de ahora será más difícil atrapar a los “camellos” que trafican con la droga que aceptar a regañadientes la venta de la droga, mientras esperan que se resuelvan varios procesos abiertos contra esta legalización. El juez Da vid García, de la Corte Superior californiana, asegura que no se perseguirá a los clubs de “maría” siempre que vendan la droga sin ánimo de lucro y con receta.

De todas formas, la venta y el con sumo de marihuana sigue siendo ilegal en Estados Unidos. La policía californiana se ha quejado de que a partir de ahora será más difícil atrapar a los “camellos”. La oficina de narcóticos del Departamento de Justicia está trabajando para tratar de armonizar las dos legislaciones, la federal y la californiana

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